MIT Media Lab: El Laboratorio que diseña el futuro

Ubicado en la Escuela de Arquitectura del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), este centro se destaca por ser uno de los más innovadores en el desarrollo de proyectos en disciplinas tan diversas como el arte, el diseño, la ciencia y la biología. Aquí han nacido algunos de los inventos más importantes del último tiempo gracias al constante cuestionamiento de las necesidades humanas en un futuro cada vez más incierto.

En el universo de Star Trek existe la Starfleet Academy (Academia de la Flota Estelar), una institución donde entrenan los reclutas que quieren ser parte de la Flota de la Federación Unida de Planetas que lidera la galaxia. En el mundo real, sin vulcanos ni extraterrestres, existe otra Starfleet Academy, la cual está siendo construida por un grupo de artistas, científicos e ingenieros, en uno de los tantos proyectos innovadores del MIT Media Lab. 

Se trata de uno de los centros más innovadores del mundo, que ha sido reconocido por el desarrollo de proyectos que mezclan diversas disciplinas que van desde la robótica, la biología aplicada, las artes mediales, las ciencias sociales, entre otros.

La historia del mañana

En 1979, el MIT realizó el proyecto Aspen Movie Map, el cual era un tour virtual por la ciudad de Aspen, Colorado, una especie de Google Street View, pero filmado con una cámara de 16 mm ubicada en el techo de un auto. En esta iniciativa, participaron fotógrafos, diseñadores gráficos y científicos, entre ellos Nicholas Negroponte, quien estaba a cargo de la Escuela de Arquitectura del MIT. Esta experiencia interdisciplinaria sirvió de base para fundar, en 1985, el Media Lab junto al expresidente del MIT, Jerome Wiesner.

“Todos los que allí estábamos pertenecíamos a lo que queríamos lograr”, cuenta  Negroponte en una charla dada en 2016 en el mismo instituto. Hoy por hoy, la construcción ingenieril sigue teniendo gran importancia, pero más que los usos individuales de esta tecnología, se piensa en temas colectivos como la justicia social, la inclusividad y la ética. 

“Capitalismo no es el sinónimo de democracia y tú puedes tener democracias que han sido creadas de maneras mucho más socialistas… y es mi creencia que la conectividad es un derecho humano”, explica Negroponte.

Al interior del Media Lab

El edificio del centro tiene solo 10 años y fue diseñado por el famoso arquitecto japonés Fumihiko Maki. El lugar está compuesto de espacios abiertos,  grandes ventanales, un ascensor al medio y salas de trabajo. La primera visión de la construcción fue combinar el emergente futuro digital con la creatividad y reunir un variado equipo de profesionales de diversas áreas. Algunos de los inventos más conocidos de este laboratorio son el Elink, One Laptop per Child, Lego Mindstorms y la tecnología detrás de los GPS en autos.

Robots con emociones

Affective Computing es uno de los más de 20 grupos de investigación del MIT LAB, que estudia las emociones humanas y las relaciona con la tecnología. Dirigido por Rosalind Picard este equipo ha realizado robots capaces de detectar afectos o encontrar maneras nuevas de prevenir la depresión.

El economista chileno Pablo Egaña formó parte de Affective Computing al realizar su postdoctorado en este laboratorio. Su trabajo vincula conceptos como desarrollo sustentable y neuroeconomía. En una de sus investigaciones, por ejemplo, recolectó 500 electroencefalogramas a niños de escuelas de Coquimbo midiendo sus reacciones de satisfacción o fracaso para entender el rol de las emociones en la educación.

“Elegí el Media Lab porque aproximaba estas dimensiones socio emocionales pero de forma más práctica”, cuenta Pablo Egaña. “Fue increíble la experiencia de estar allí, porque es un lugar único en el mundo, es difícil encontrar lugares con esa mística. El director de esa época, Joi Ito, hablaba que no había que tener misión en el lab sino que generar una mística”.

El investigador, que hoy es profesor en la Escuela de Negocios en la Universidad Adolfo Ibañez, sigue colaborando desde Chile como investigador asociado en el MIT LAB con Picard.  “A veces iba a la oficina y pasaba a conversar con nosotros Tim Cook de Apple, por ejemplo, estaba ahí sentado en el sillón y quería ver en que estábamos”.

Egaña comenta que en el Media Lab no solo hay “genios locos”, sino que existe un modelo de negocio, lo que hace que las investigaciones que allí se realizan se transformen más tarde en objetos concretos de uso diario. “Hay una motivación interna de las personas de transformar el mundo radicalmente y generar impacto”, cuenta Egaña.

Este es el caso de la Space Exploration Initiative, por ejemplo, que tiene como misión construir artefactos pensados para la exploración espacial, como la construcción de una Starfleet Academy real que sirva de investigación y desarrollo. Esta es una iniciativa que hoy puede parecer lejana, pero que mañana puede convertirse en algo imprescindible.

El constante cuestionamiento de las interacciones y necesidades humanas, pensando en el futuro a través del arte y la ciencia, democratizando dispositivos y conectividades ha llevado al Media Lab a lugares donde “ningún hombre ha ido antes”, tal como la frase que se hizo famosa en el universo de Star Trek.